Fernando Arroyo

¿Cómo se entiende la estrecha relación entre un niño vendedor de caramelos y un perro callejero? En la sinceridad de su corazòn, la simpleza de… Leer más »Niños y animales

Este 4 de octubre, Día Mundial de los Animales, queremos extender nuestra admiración y agradecimiento a todos los animales de todas las especies,  subespecies y… Leer más »¡Feliz día a tod@s!

Las corridas de toros tienen vigencia legal en Quito, es verdad, pero no por eso son legítimas. De hecho, absolutamente lo contrario.

La comisión taurina de la ciudad ha vuelto a ser integrada para un perìodo màs, pero acoge en esta ocasión un interés pobre y debilitado por parte de los seguidores de estos espectáculos cruentos quienes, como ya se ha visto, han mudado a aficiones de tinte menos rojo (menos mal).  Los desesperados al parecer son los empresarios, aunque no deberían ya que sus pequeñas o grandes dehesas siguen produciendo papas, habas y demás vegetales,  o se estàn transformando en hosterias de campo que posiblemente sean una mejor inversión a largo plazo.

Muchos meses antes de las elecciones seccionales de febrero de 2014, desde TerrAnimal especulábamos ya en la importancia que este hecho tendría para los animales sobre todo aquellos que viven dentro de las urbes y son considerados de compañía. ¿Por qué? bueno porque fundamentalmente la Constitución y otra legislación establece que la competencia en el manejo y control de los animales y sus responsables humanos es de los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales, y porque como nunca antes su situación y su relación con las personas ha sido discutida tan ampliamente.

Lego de 40 años desde el nacimiento de los primeros grupos contemporáneos de protección animal, a nivel del país entero se ha visto una apuesta política (esperamos que sincera) a favor del cuidado de estos maravillosos seres con quienes compartimos nuestro espacio. En el caso puntual de Quito donde TerrAnimal tiene su sede, presentamos un proyecto a todos los candidatos a la alcaldía de la ciudad entre el 11 de diciembre de 2013 y 7 de enero de 2014; este proyecto abarcaba todos los ejes temáticos relativos al control humanitario de la fauna urbana y proponía un trabajo técnico y ético el cual ya ha sido aplicado con éxito en otros países incluso latinoamericanos con gran èxito, lo que nos indica que posiblemente no debemos inventar ninguna nueva estrategia sino adaptar el conocimiento para aplicarlo a nuestra realidad socioeconòmica y cultural. Así mismo asesoramos a grupos de protección de otras ciudades en el mismo tema y vemos con buenos ojos que una veintena de ciudades del país estén trabajando ya sobre proyectos serios (sean grandes o pequeños) que van desde la generación  de sus ordenanzas a la construcción de infraestructura apropiada.

Muchas personas me han preguntado últimamente sobre la posición de los candidatos en relación a los temas de protección animal, protección de perros y gatos callejeros, inclusive sobre posturas respecto al medio ambiente y ecología. Pero la pregunta más comprometedora que me acaban de hacer hace un par de días y que aún que me deja dubitando por largo rato es:  ¿por quién debemos votar? Y ahí va mi respuesta: por quien crean más conveniente….

Y lo simplista de mi respuesta radica en que considero primero y sobre todo que nadie tiene por qué decir a nadie por quién debe votar o dejar de votar.  La selección de un candidato es un proceso muy personal donde deberíamos como mínimo evaluar la hoja de vida del candidato (algunas están en www.vototransparente.ec) y escuchar sus propuestas detalladamente. Y es que pasa que, aunque pueda sonar contradictorio con la lógica del movimiento animalista, no se debería escoger a un candidato para votar por ella o él por el “simple” hecho de ser animalista (francamente no estoy seguro que ninguno de los candidatos realmente lo sea, y eso no es un problema) o no animalista. Aparte de los animales hay decenas de propuestas que un buen candidato también debería manejar de manera honesta, ética y buscando el bien común.

Para TerrAnimal, hablar de protección animal significa sobre todo entender el porqué la población humana tiene ciertos comportamientos hacia los animales y cómo percibe y expresa su relación con ellos. Nos interesa mucho conocer el modo de vida de las personas y así reconocer el malestar o bienestar de los animales con los que conviven.

En este sentido, en una de nuestras visitas a uno de los barrios periféricos más altos de Quito nos encontramos con este cuadro, penoso pero interesante desde el punto de vista de cómo los hábitos humanos han modificado el comportamiento natural de los animales, en este caso de una vaca hambrienta  urgando comida entre la basura, acompañada de varios perros.

Si la culpa es del gobierno y sus políticas contradictorias, del presidente y su carácter explosivo, de los países ricos y su voraz ansia de… Leer más »Yasuní: ¿culpa de quién?

Mi inicio en la protección animal partió de una experiencia fuerte y muy conmovedora cuando mi perro, mi compañero de niñez y adolescencia falleció en… Leer más »Un año del proyecto TerrAnimal