El sonado caso de los perros “retirados” de la población de Montañita, sector turístico localizado en la costa de Ecuador, visibiliza nuevamente uno de las más comunes situaciones de abuso que viven día a día los animales en el país.
TerrAnimal no ha deseado pronunciarse oficialmente aún dado que los detalles del hecho y los responsables no son todavía clarificados. En ese sentido, a la hora que este artículo está siendo escrito, se espera las conclusiones de una reunión entre organizaciones de protección animal con el alcalde de Santa Elena, autoridad competente y responsable para tratar este hecho. Esperaremos esas conclusiones y se las haremos saber diligentemente, al igual que futuras acciones de TerrAnimal.
Pero más allá del caso de los perros capturados en Montañita en vísperas del Mundial de Surf organizado por la International Surfing Association (ISA) , las declaraciones otorgadas por el Presidente de la República el día martes 26 de Marzo en un medio radial relacionadas con el trato ético de los animales ha generado preocupación en el medio animalista.
Tomando en cuenta el artículo publicado en el periódico digital El Ciudadano e interpretando lo expuesto en este artículo, las palabras del Presidente Rafael Correa confirman la necesidad de continuar en el proceso de educación y concienciación sobre protección animal a la clase política ecuatoriana. Como líderes ciudadanos democráticamente elegidos, su conocimiento sobre el tema debería ser profundo para así comunicar a la sociedad un mensaje responsable, culto y acertado.
Estamos absolutamente claros que para el Estado ecuatoriano el individuo más importante es el ser humano, en eso no hay discusión, además de que el gobierno central y gobiernos locales son responsables de la salud y protección de este por encima de todo; pero la protección al ser humano depende fuertemente de la protección a animales y naturaleza. Tal vez es por este concepto errado que tantas veces municipios ecuatorianos han rechazado acercamientos con TerrAnimal para implementar un programa responsable de manejo de fauna urbana, tildándolo de “poco importante”. Posiblemente ocurre que nuestro país no ha llegado todavía a ese nivel de desarrollo y respeto al medio ambiente.
Por lo tanto, nos preocupa que lo dicho por el Presidente pueda inferir que existe una separación entre humanos, animales y naturaleza cuando, de hecho, la protección de estos tres grandes grupos es necesaria para el bienestar general de una sociedad. El acercamiento a un concepto menos arcaico acerca del trato ético de los animales también garantiza el bienestar para el ser humano.
Si los perros callejeros capturados en Montañita eran una amenaza para la salud pública, ¿no es también una amenaza la indiscutible falta de un componente ético y moral en las acciones de las autoridades y líderes comunitarios en Ecuador?
