El 2012 ha sido un año como todos, con cosas buenas, malas y feas para los animales, pero es un año que sin duda merece ser analizado y recordado sobre todo porque los retos del 2013 están íntimamente ligados a todo lo sucedido estos doce meses previos.
El grupo consultor TerrAnimal quiere aportar a la ciudadanía ecuatoriana el presente trabajo de recopilación de algunos de los hechos más relevantes sucedidos en el 2012 para los animales del país. Evidentemente podemos mostrar solo una pequeña parte de actividades que grupos y organizaciones de protección han desarrollado; y hay que reconocer que se unen a ellas miles de pequeñas acciones llevadas por ciudadanos comunes: desde recoger un ave lastimada en un parque de la ciudad, a participar en una marcha para eliminar espectáculos cruentos que utilizan animales; desde conversar con un vecino sobre la importancia del vegetarianismo y el sufrimiento de los animales utilizados para consumo, a colocarse un par de botas para descender por una quebrada en rescate de un perro abandonado. Son estas personas preocupadas por el bienestar de los animales, del medio ambiente, e incluso de su propia comunidad, los verdaderos héroes y gestores del cambio, el cual se lo está construyendo en Ecuador de a poco pero cada vez más aceleradamente.
A todas esas personas que trabajan por un trato más justo y libre de sufrimiento para con los animales, desde ya nuestra admiración y felicitación, y que el 2013 sólo signifique un año de muchos y más grandes logros.
Lo bueno
Definitivamente, lo mejor que tuvo este año para los animales fue la gran cantidad de atención que obtuvieron desde muchos frentes. Los diversos problemas que ellos enfrentan como el maltrato, la indiferencia y la explotación, se han evidenciado muchísimo más y cada vez más personas e instituciones están pendientes de estos seres.
Una simple muestra son las cerca de sesenta organizaciones de protección de fauna urbana y más de una veintena especializadas en fauna silvestre de las cuales tenemos conocimiento que existen en el país. Además, los medios de comunicación han promovido más espacios y muchos de ellos tienen segmentos fijos para hablar en su mayoría sobre animales de compañía pero también temas tan diversos e importantes como vegetarianismo y veganismo, animales utilizados en espectáculos, alternativas a la experimentación con animales, derechos de los animales y demás.
Uno de los mayores éxitos que Ecuador pudo vivir en el tema, sucedió cerca de terminar el 2012. Luego de 51 años de realización continua, la suspensión de la Feria taurina de Quito por parte de los mismos organizadores fue una grata sorpresa que supone una ansiada conquista luego de más de cuatro décadas de lucha constante en contra de este cruento espectáculo que se practica en varios lugares del país pero que siempre tuvo su sede central en Quito y la feria decembrina. A pesar de las varias justificaciones expresadas por la industria taurina, se puede inferir que fue una decisión meramente económica por el declive de asistencia que los espectáculos taurinos tienen en el país desde hace algunos años.
Diferentes cuerpos legales en materia de regulaciones y bienestar animal también tuvieron connotación en el 2012. Ordenanzas para la tenencia de animales de compañía fueron aprobadas o están en discusión en varias ciudades del país como Ibarra, Portoviejo, Machala, y se añaden a las existentes en otros cantones sumando no menos de una docena de ellas. Un nuevo intento para aprobar una Ley de Protección Animal se ha llevado a cabo, en esta ocasión con mejores perspectivas y un respaldo político y ciudadano importante. La Ley de Protección del Cóndor y otras Especies Amenazadas significa un avance importante para la protección de animales en peligro de extinción. La Ley de Seguridad Alimentaria y la Ley de Protección al Manglar son otros cuerpos legales donde a través del cuidado de los ecosistemas, se mejoran de alguna manera las condiciones de vida de los animales y se busca minimizar la explotación de crustáceos, aves y demás.
Aunque aún pocas, municipalidades del país han comenzado un trabajo sostenido a través de programas de manejo humanitario de fauna urbana. El caso más exitoso y de hecho único en su clase es el del municipio de Ambato, el cual celebró en febrero el segundo aniversario de creación, el cual incluye funcionamiento del Albergue Temporal para Animales Domésticos de la ciudad. En Quito, la municipalidad reformó la ordenanza asociada a la tenencia de animales de compañía y comenzó campañas masivas de esterilización gratuita en barrios marginales y necesitados; cerca de diez mil cirugías se realizaron en la capital, siendo un importante aporte al control de la sobrepoblación canina y felina.
Las campañas de adopción de animales rescatados (perros y gatos) se han multiplicado en el país junto con el crecimiento exponencial de los grupos de protección y fundaciones especializadas. En eventos relacionados puede llegarse hasta cincuenta adopciones diarias, y de manera constante por ejemplo en la ciudad de Quito, se estiman sobre un centenar de adopciones mensuales; en Guayaquil en 4 diferentes eventos una sola fundación ha logrado dar en adopción a más de 200 animales, y en las principales ciudades del país se desarrollan periódicamente festivales y jornadas similares.
La situación de los animales considerados para consumo tuvo un rol muy especial en este año a diferencia de otros. La creación o fortalecimiento de grupos dedicados a la promulgación de la dieta vegetariana y la filosofía del veganismo fue muy importante, al punto de tomar un rol serio que ha transformado la vida de cientos de personas al excluir por completo o disminuir dramáticamente el consumo y utilización de animales y sus derivados, salvando así, quizá, miles de vidas anualmente. Se conocen en el país más de medio centenar de restaurantes especializados en comida vegetariana inclusive vegana, y las marcas comerciales de proteínas vegetales preparadas se han multiplicado ofreciendo mejores productos y mayor diversidad.
Organizaciones, fundaciones y activistas por la fauna silvestre continúan realizando un trabajo arduo. La vulnerabilidad de las especies silvestres y el tráfico asociado con ellas es una realidad en el Ecuador, pero estos grupos trabajan día a día para la recuperación y reinserción de decenas de especies amenazadas. Es interesante conocer que muchas de estas organizaciones están dirigidas por extranjeros que vinieron al país y se maravillaron con su biodiversidad, y ahora viven en nuestras selvas salvando a estos acechados animales.
Lo feo
Los animales son seres vulnerables que penosamente no están exentos de abusos físicos y sicológicos por parte de los humanos. De hecho, se conoce que el abuso a los animales constituye el paso previo a las acciones violentas en contra de niños y adultos mayores.
En el mes de abril, uno de los casos más sonados de maltrato contra perros sucedido en los últimos años ocurrió cuando miembros de la brigada de caballería de Riobamba publicaron fotografías en sus sitios personales de facebook retratándose junto a un cadáver de un perro, el cual había sido asesinado en prácticas cuyo objetivo era supuestamente el de prepararlos en combate cuerpo a cuerpo. En fotos muy explícitas los militares aparecían incluso devorando las entrañas del animal y sosteniendo su cabeza decapitada. Muy penosamente, en el mes de diciembre se repitió este mismo hecho de manera muy similar con integrantes del cuerpo de bomberos de la ciudad de Puyo.
Volvieron a la palestra pública los casos de la utilización de perros y gatos callejeros para la instrucción en facultades de veterinaria y el bachillerato en colegios. Aunque son aún pocas las universidades que pueden garantizar la no realización de estas prácticas, la realidad es que los grupos de protección de fauna urbana se topan frecuentemente con casos donde encuentran animales con evidentes muestras de haber sido objetos de experimentación.
Los incendios registrados en Quito durante agosto y septiembre cobraron miles de víctimas de fauna silvestre y también doméstica, pero uno de los casos más terribles fue el sucedido en los planteles avícolas de la más grande empresa de producción de cárnicos en el país, el cual aniquiló a decenas de miles de aves que, encerradas en sus pequeñas jaulas, fueron incapaces de escapar y sufrieron de una dolorosa y desesperante muerte al ser calcinadas por el voraz incendio. Siendo simples objetos de producción, este trágico deceso fue tratado por los medios de comunicación apenas como un siniestro a ser cubierto por una aseguradora.
Se supone que los centros de rescate y rehabilitación son espacios dedicados al mejoramiento del estado físico y sicológico de los animales que han pasado por situaciones adversas. Lastimosamente en este año, algunos centros, tanto de fauna urbana como silvestre, fueron intervenidos por las autoridades encontrándose que las condiciones en las que se mantenían a los animales eran muy precarias inclusive contrarias a las más elementales normas de bienestar y que se desenvolvían de manera muy poco técnica. Algunos centros fueron cerrados y los animales confiscados.
Los animales utilizados para consumo siguen siendo con certeza el grupo que más sufre de explotación y procesos de maltrato; la razón principal es la demanda desproporcionada del mercado actual, lo que dificulta el control por parte de las instituciones reguladoras y promueve la crianza fuera de la ley. De acuerdo a datos del Ministerio de Agricultura, el Ecuador cuenta al momento con una población “productiva” de cinco millones y medio de cabezas de ganado, más de tres millones de cerdos de engorde y ciento cuarenta millones de aves; sin embargo a estas cantidades debe aumentársele los criaderos y camales clandestinos no controlados, y otras especies como cabras, cangrejos, peces, cuyes y decenas de otras.
Un hecho especial aconteció en Guayaquil con la huelga de matarifes del camal municipal, que condenó a cientos de animales que esperaban su faenamiento, a sufrir de hambre y deshidratación durante días, mientras se esperaba la solución del conflicto. Para muchos de ellos, la muerte llegó de manera lenta y dolorosa.
Luego de los resultados de la consulta popular de 2011, donde la mayoría de cantones del país determinó que deseaban la eliminación de espectáculos públicos cuya finalidad fuera la muerte de un animal, ninguna de las municipalidades obligadas a cumplir esta voluntad popular ha emitido hasta el momento una ordenanza al respecto. Este hecho se ha constituido definitivamente en un atropello a la democracia y un síntoma evidente de la poca importancia que las autoridades aún muestran por los animales, e incluso por las personas y el respeto a sus deseos manifestados constitucionalmente.
Los retos
La conciencia colectiva a favor de los animales definitivamente ha crecido en el 2012, mas queda como un importante reto sobre todo para los grupos de protección el encontrar las estrategias más apropiadas para motivar y presionar a las autoridades competentes a la toma de decisiones en relación al tema, presentando un discurso más sólido y con soluciones prácticas que permitan la ejecución de los derechos animales y regulaciones en materia de bienestar; y junto con ello, continuar con un reclamo sostenido, consistente y oportuno donde prime la razón movida por el corazón.
Las instituciones de protección tienen el reto de la innovación en sus campañas y productos comunicacionales, que trasciendan un discurso que empieza a ser caduco, y que necesariamente debe pasar de la compasión y victimización, a un apoderamiento de las acciones de justicia a favor de los animales, de la mano con soluciones efectivas y pragmáticas. De la protesta a la propuesta.
La generación de políticas públicas es, por otro lado, el auténtico reto de los gobiernos, sea el nacional o los autónomos descentralizados. La presión ciudadana se eleva y los casos de maltrato animal son temas cada vez más importantes en el día a día de los ciudadanos. Siendo el 2013 un año electoral donde se elije a la máxima autoridad de gobierno, es al mismo tiempo un año decisivo para los animales, donde las propuestas de los candidatos en materia de protección animal y ambiental tendrán un peso mucho mayor al que se ha tenido en ninguna otro proceso electoral anterior.
Después de que en los años ochenta apareciesen los primeros grupos de protección animal en el país, la tecnificación de los grupos de rescate y rehabilitación (sobre todo de aquellos que trabajan en fauna urbana) es ya muy necesaria; además de la sincronización de algunas actividades de mutuo beneficio y la compartición de información como adoptantes en lista negra, etc. Aún luego de treinta años, muchos de ellos siguen manteniendo el mismo discurso y las mismas actividades centradas en resolver las consecuencias de la problemática y no en sus causas. Este año el gran reto es trascender las metodologías de acción, pues es lógico pensar que no basta solamente que existan más y más grupos, sino que estos cada vez realicen mejor su trabajo, se modernicen y se conviertan en instituciones eficientes a favor de los animales.
Todos los grupos tenemos todas las ganas de ayudar, pero el trabajo se puede ver potencializado con una mejor organización y enfocándose en las raíces de los problemas y no solamente en sus consecuencias.
Otro reto importante es la ampliación del discurso de protección animal a todos los seres. Nos resta en el país ser más consecuentes con el trabajo de protección animal que realizamos, y extender nuestras actividades de protección a todos ellos, sean animales considerados para: consumo, experimentación, compañía o espectáculo.
En fin, el 2013 será definitivamente un año con mucho trabajo y actividades por realizar, y con certeza un escalón más en el ansiado objetivo de vivir en un mundo de paz, no solo entre humanos, sino también e igual de importante, con los animales y el medio ambiente.
Comienza hoy con tu compromiso, ¡por pequeño que sea! que eso, ya será parte de un cambio positivo