¿Cómo se entiende la estrecha relación entre un niño vendedor de caramelos y un perro callejero? En la sinceridad de su corazòn, la simpleza de su lenguaje y la transparencia de sus sentimientos.
Cuando un niño es capaz de alimentar y cobijar con lo poco que tiene a un animal indefenso, y este corresponder con la fidelidad y cuidado que lo caracteriza, tenemos frente a nosotros un momento ùnico, puro, real y a la vez tan difícil de evidenciar en estos días.
Fotografía de fernando arroyo avilés
Locación: boulevar 24 de mayo, Quito